Guerra Civil

Introducción y antecedentes

Desde el mismo día de su proclamación, el 14-IV-1931, la II República hubo de afrontar las amenazas de involucionismo procedentes de sectores militares, monárquicos y derechistas, cada vez más influidos por el fascismo europeo. La crisis del sistema de la Restauración, especialmente a partir de 1917, propició en el Ejército el desarrollo de una conciencia corporativa de su función política contraria no sólo al civilismo de Antonio Cánovas del Castillo, sino también al modelo de pronunciamiento establecido durante el s. XIX. El golpe de Estado del general Primo de Rivera (13-IX-1923) fortaleció la idea castrense del Ejército como árbitro de la situación política y garante del orden social. Igualmente, la destitución del dictador por Alfonso XIII (1886-1931) seis años después apartó a numerosos oficiales del monarquismo estricto y les aproximó a soluciones ideológicas más radicales, como el falangismo. En todo caso, un amplio sector de las Fuerzas Armadas coincidía en su rechazo absoluto de la democracia liberal con el bloque social, políticamente hegemónico hasta 1931, formado por la aristocracia monárquica, los grandes propietarios y latifundistas y la derecha católica.

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