Introducción [Del gr. astrolábion, de ástron, astro, y de lambáno, coger, encontrar]. Antiguo instrumento, esférico o plano, utilizado para medir la altura y posición de los astros que posibilitaba la representación de la situación del cielo en un momento determinado. El más común fue el astrolabio plano, basado en la proyección de las esferas terrestre y celeste. En su forma más antigua consistía en una superficie circular sostenida por una anilla y en cuyo extremo se marcaban los grados del círculo. En su centro se colocaba una aguja o alidada que se dirigía hacia el astro y que permitía averiguar su altura en relación a la escala graduada. Posteriormente se añadieron en el disco, que solía ser de metal, representaciones del firmamento, el Zodiaco, las coordenadas, tablas con las posiciones de los astros a lo largo del año, tablas horarias y cartas estelares para determinar la hora exacta del día a partir de la medición de la altura del Sol. El astrolabio de prisma, instrumento creado a principios del s. XX, sirve para precisar el momento en el que una estrella se sitúa en una altura cenital establecida, por lo general 60°, y deducir de ese modo la latitud. Substituyó al sistema de medición tradicional por medio de la adición de un prisma y una superficie de mercurio delante de un catalejo, con lo que se producen dos reflejos de la imagen del astro observado, que se unen en el instante en que éste pasa por el punto que se ha prefijado. Fue perfeccionado por A. Danjon con la incorporación de un dispositivo automático que inmoviliza la imagen y de un cronógrafo, y recibió la denominación de astrolabio impersonal.