Introducción Árbol que puede alcanzar 10 m de altura, perteneciente a la familia de las betu-láceas, Corylus avellana. Tiene copa amplia y tronco recto de corteza pardo-grisácea, que con los años se vuelve gris plateada. Las hojas son simples, caedizas, redondeadas, acuminadas y doblemente aserradas en el margen. Las flores, precoces, son monoicas. Los amentos masculinos son colgantes y cilindricos y los femeninos laterales y en forma de yema ovoidea. Los frutos, las avellanas, se disponen en grupos al final de un pedúnculo, y tienen la cubierta dura y leñosa. En España se encuentra en casi todas las provincias, siendo difícil determinar su área natural. Abunda silvestre en Pirineos, País Vasco, Cantabria, Asturias, montañas Ibéricas y Centrales, desde el nivel del mar hasta 1.600 m. Se cultiva, sobre todo, en Asturias y Tarragona. El carbón que se obtiene del avellano es de buena calidad y se utilizó para fabricar pólvora y material de dibujo. Sus ramas se emplean en tonelería y cestería. La avellana se utiliza en pastelería y repostería. Contiene un 60% de aceites comestibles, que se utilizan como alimento, lubricante, en perfumería y en la elaboración de pinturas y jabones. La corteza tiene propiedades astringentes. El avellano recibe en Cataluña el nombre de avellaner y en Aragón el de avellanera.