Basílica

Historia

Las basílicas romanas solían situarse en el foro de las ciudades y servían como lonja de contrataciones, sala de justicia, lugar de reunión y mercado. Tenían planta rectangular y cubierta plana y constaban de un número impar de naves separadas por columnas y pilares. Un elemento espacial fundamental en su configuración es la axialidad respecto a los dos ejes y la concentración focal, que podía ser remarcada con la adición de ábsides —uno o dos— en los extremos de las naves.

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