(Palma de Mallorca, Baleares, 1802 - 1859). Actriz. Creció en un ambiente teatral y debutó en 1815 en Sevilla con notable éxito de público. Gracias a su precocidad, fue contratada en diversos teatros de Barcelona durante los dos años siguientes, tras los cuales pasó a Madrid, donde desarrolló una fulgurante progresión profesional en el teatro de la Cruz y, posteriormente, en el del Príncipe, del que, ya en 1822, se convirtió en primera actriz. Tres años después contrajo matrimonio con su director, Juan Grimaldi. Realizó magníficas interpretaciones en Don Álvaro y la fuerza del sino -obra del duque de Rivas que hizo prácticamente suya, al decir de la crítica de la época-, El trovador (García Gutiérrez) y Los hijos de Eduardo (Bretón de los Herreros). En sus caracterizaciones intentó desterrar el lirismo sensiblero de los papeles femeninos, otorgándoles dignidad y temperamento. Se retiró...