Introducción Los conversos constituyeron una minoría étnico-cultural de gran relevancia en la historia española, más que por su número, como consecuencia de su importancia cualitativa: ocuparon altos cargos de la administración real, destacaron como médicos, protagonizaron polémicas religiosas trascendentales (véase Judaísmo) y, sobre todo, la represión sistemática desarrollada contra ellos por la Inquisición se erigió en factor de cohesión del resto de la comunidad católica hispana (véase Antijudaísmo). La expulsión y conversión masiva de judíos en 1492 inició la controversia del criptojudaísmo y la diferenciación entre cristianos viejos y cristianos nuevos, en referencia a un estatuto de limpieza de sangre que alcanzó su máxima significación social durante el s. XVII.