Cierto servicio de dinero que pagaban al rey los grandes y títulos, en lugar de los soldados que debían asistirle en campaña. Su origen se remonta a la baja Edad Media y comienzos de la Edad Moderna, a partir del momento en que la nobleza dejó de acudir con sus huestes a reforzar las tropas reales y comenzaron a formarse los ejércitos regulares de mercenarios al servicio de la monarquía, pero no fue legalmente establecido hasta 1631. La cuota del impuesto variaba en función del número de soldados que cada noble, según su rango, hubiera de aportar; en tiempos de los Reyes Católicos se dispuso que cada duque debía contribuir a los ejercitos de la monarquía con veinte lanzas o soldados y cada marqués o ciudad con diez; de acuerdo con esta proporción, Felipe IV (1621-1665) fijo en 1631 el gravamen del derecho de lanzas en 7.000 reales anuales para los duques y 3.500 reales para los marqueses. Este impuesto se mantuvo en España hasta diciembre de 1848, en que un tributo...