Son las hablas meridionales de la Península las que en época plenamente histórica (que, en términos de diacronía lingüística, significa periodo de auténtica verificación documental) mejor sirven para ejemplificar el problema siempre atrayente y misterioso de la evolución de las lenguas, en este caso del español, durante el transcurso del tiempo. Junto a las variedades extremeñas, el complejo dialectal de Andalucía servirá también para plantear de un modo verdaderamente científico la pesquisa sobre la forma en que nuestra lengua se asienta y después se desarrolla en los anchos espacios americanos. Efectivamente, no deja de parecer un despropósito discutir acerca del andalucismo del español de América sin previamente haber utilizado la necesaria base textual, puesto que ésta existe. Y, en definitiva, la masiva afluencia de emigrados andaluces al Nuevo Mundo dejaría en él su impronta idiomática en tanto en cuanto ya se conociera en el sur de España una acusada...