El medio físico La potente masa de roca caliza que domina el territorio y que es el resultado de la acumulación de sedimentos en los fondos del mar que cubría esa zona de la península Ibérica durante pasados períodos de la historia geológica del planeta, es la responsable de la aparición de un paisaje de extraordinaria y singular belleza en cuyo modelado ha tenido enorme importancia la acción erosiva del agua. La dura roca caliza se ve afectada por fenómenos de disolución debidos, en parte, a la acción de las aguas cargadas de dióxido de carbono, pero esa disolución no es uniforme. Existen zonas de la roca que se ven más atacadas que otras y el resultado es un paisaje irregular, sorprendente, en el que aparecen multitud de formas distintas y donde las simas y cuevas resultan especialmente abundantes. El conjunto constituye lo que se denomina relieve cárstico, y entre los componentes más habituales del mismo se encuentran las dolinas, también llamadas torcas y que son las que han dado nombre al paraje natural. Poljes y lapiaces son otros de los accidentes característicos de estas zonas calcáreas de los que aquí existen excelentes muestras.