España había mantenido desde la restauración borbónica (1874) una actitud de neutralidad ante las alianzas y bloques que se establecían en Europa. El país se encontraba aislado y necesitaba el respaldo exterior ya que la restauración monárquica no había sentado bien en la Corte francesa. El ministro de Estado Segismundo Moret vio en ello la necesidad de acercarse al Reino Unido, para lo cual llegó a un acuerdo comercial. Pero el Gobierno español, que buscaba el mantenimiento del status quo mediterráneo, intentó un acercamiento a la Triple Alianza constituida por Alemania, Austro-Hungría e Italia, a pesar de la tensa relación con Alemania tras el intento de invasión de las Carolinas en 1885. Por fin y después de arduas negociaciones entre el embajador de Italia en Austria,...