Decoración trabajada con ESTUCO en la Aljafería de Zaragoza. Mezcla de cal muerta y polvo de mármol, alabastro o yeso; una vez seco, presenta un aspecto liso y suave. Este compuesto económico y ligero, tiene el inconveniente de mostrarse frágil y presentar escasa consistencia. Actualmente se cubren o enlucen con estuco las paredes antes de ser pintadas. En la Antigüedad estos enlucidos revestían las mamposterías y aparejos de piedra con el fin de obtener paramentos pulimentados. Por su facilidad para ser modelado, se empleó como elemento decorativo en las construcciones hispanomusulmanas, repitiendo modularmente relieves geométricos, de ataurique, mocárabes y caligrafías en árabe; aunque es un material barato confería a sus edificios un aspecto suntuoso gracias a sus calidades marmóreas. En estas construcciones su utilización se alternó y combinó con la cerámica. Aunque hoy se puede admirar un bello contraste entre la monocromía del estuco y la policromía y brillo...