Flamenco

Etimología

El nombre de este arte ha obtenido genealogías diversas y contradictorias y alguna que otra vez disparatadas. La proposición más razonable parece configurarse con los siguientes elementos: en idioma neerlandés, la palabra flaming significa “natural de Flandes”; en España, y desde finales del s. XIII, en castellano se habría llamado “flamenco” a la persona de tez sonrosada procedente de pueblos nórdicos; ya en el s. XVI, se llamará “flamenco” al cantor que, oriundo de los Países Bajos, actuaba en las capillas de las catedrales españolas y, en seguida, por extensión, al canto de aquellos profesionales.

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