Administrador m. en Lima (Perú) el 26-VI-1659. II conde de Salvatierra, señor del mayorazgo de Salvatierra y Sobraso (Pontevedra) y comendador de la Orden de Santiago. Si bien había alcanzado cargos en la administración del reino –caudillo mayor del reino y del obispado de Jaén; corregidor de Sevilla–, lo cierto es que no poseía experiencia alguna en la administración de territorios en ultramar cuando Felipe IV (1621-1665) lo nombró, seguramente por la eficacia mostrada en la Península, virrey de Nueva España –cargo que ocupó a partir del 23-XI-1642- en sustitución de Diego López de Pacheco, duque de Escalona. Al poco de su llegada a la capital, tuvo que hacer frente a una fuerte inundación, problema endémico de Ciudad de México por su ubicación sobre terrenos inestables. El nuevo virrey hizo limpiar, como medida de urgencia, el tajo de Nochistongo, con lo que se solucionó el problema, y mandó reconstruir los acueductos para abastecer de agua la ciudad....