Historia El vocablo, de incierto origen franco o germánico (probablemente derivado del verbo anglonormando waroquier o garoquier, en su acepción de cautores, 'apretar con cuerdas'), aparece citado por primera vez en la documentación regia de los ss. XII y XIII, como instrumento que podia producir el tormento o la muerte al efectuar presión con cordajes sobre el cuello u otros miembros del cuerpo por medio de un torniquete o bastón. A finales del s. XIV y comienzos del XV aparece el término “agarrotar” en este mismo sentido, aunque con fines médicos, como atadura fuerte.