Expresión latina, que significa “derecho de maltratar”, con la que se designaba en la Edad Media el derecho de los señores a emplear medios coercitivos sobre las personas y bienes de los hombres libres que cultivaban sus tierras. Se trataba del uso de un poder arbitrario basado en el dominio directo de la tierra cultivada por el campesino, cuyo origen puede estar en la potestad del dueño sobre los siervos personales adscritos durante la época visigoda, como vestigio atenuado de la potestas romana y del munì germánico, y que comprendía tanto a familiares como a siervos dependientes del dueño de la casa. Se aplicó sobre todo en la Corona de Aragón; en Cataluña, donde ya se ejercía esa potestad desde el inicio de la Reconquista, este derecho fue legalmente sancionado en las Cortes de Cervera (Lérida) de 1202, al reconocer a los señores laicos la facultad de tener presos a sus colonos en la bodega y sujetos con grillos, aunque sin someterlos a tormento; esta prerrogativa...