Miembro de una familia modesta, al fallecer su padre fue acogido por su tío, Pere Huguet, pintor activo en Valls y en Barcelona. Su producción comprende una etapa inicial desarrollada en Zaragoza, adonde se trasladaría, al igual que otros pintores catalanes de la época, para trabajar bajo el patrocinio del arzobispo Dalmau de Mur. A este periodo corresponderían, entre otros, los retablos de Cervera de la Cañada (provincia de Zaragoza) y Alloza (provincia de Teruel), en la actualidad dispersos, así como el San Jorge, tabla central de un tríptico conservada en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) de Barcelona.
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