También Juan Garín. Ermitaño legendario que a finales del s. IX vivía en las montañas de Montserrat (Barcelona). La leyenda le atribuye la violación y posterior asesinato de Riquilda, de doce años de edad, hija del conde de Barcelona Vifredo I el Velloso, que había sido dejada a su cargo para ser liberada de una posesión demoniaca. Arrepentido, peregrinó a Roma, donde el papa le impuso la penitencia de volver a su vida ascética sin tener ningún contacto con el resto de los seres humanos hasta que Dios le enviase el perdón definitivo por boca de un niño de corta edad. Tras ese perdón se produjo la milagrosa resurrección de Riquilda, que fundó un monasterio benedictino en Montserrat. La narración es paralela a la historia de Jaime el Penitente, de origen sirio, que tuvo distintas versiones en el occidente de Europa, siempre protagonizadas por un anacoreta llamado...