Jornada del Foso

Historia

A comienzos de ese mismo año 'Ubayd Allah ibn Yamir y el poeta cordobés Girbib ibn ’Abd Allah, al frente de la población muladi toledana, se sublevaron contra el emir de Córdoba al-Hakam I (796-822); con el fin de controlar la situación, el emir omeya designó a 'Amrus ibn Yusuf gobernador de Toledo, quien mandó erigir en una loma próxima a la ciudad (donde actualmente se eleva el Alcázar) una fortaleza construida con tapial. 'Amrus consiguió controlar la situación haciéndose pasar por colaborador de los insurrectos y engañándoles haciéndoles créer que las tropas que se acercaban a Toledo y que habían sido enviadas por el emir y mandadas por el príncipe heredero 'Abd al-Rahman (futuro 'Abd al-Rahman II, 822-852) estaban destinadas a luchar en la zona fronteriza septentrional. 'Amrus invitó a los cabecillas muladíes a un banquete, en el transcurso del cual fueron acuchillados la mayoría de los insurrectos, cuya cifra ascendió, según las crónicas árabes, a unas setecientas personas y cuyos cadáveres fueron arrojados al foso. El procedimiento seguido por el gobernador puso fin a la revuelta toledana así como a las del resto de la Península. Se abrió de este modo un periodo de paz que concluyó en 811 con una nueva insurrección en Toledo contra el emir.

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