(Madrid, 1600 – 1663). Eclesiástico. Ingresó en la Orden de San Francisco de Asís en 1616. Fue profesor de Teología en el convento de San Diego en Alcalá de Henares (Madrid), guardián del convento de Madrid y ministro provincial de Castilla. Cuando contaba treinta y nueve años de edad, se le encomendó el cargo de ministro general. Llevó a cabo una beneficiosa tarea, contando con el apoyo de los papas Urbano VIII (1623-1644) e Inocencio X (1644-1655). Promovió las misiones, sobre todo las situadas en Tierra Santa y en las Indias. Se ocupó de que la orden, gracias al nuevo impulso de la reforma, conociese un periodo de vitalidad. Felipe IV (1621-1665) le otorgó la mitra de Ciudad Rodrigo (Salamanca) y de Valladolid. Entusiasta de Duns Escoto, Merinero estuvo considerado como uno de los mejores...