Mandaciones

Historia

Estos territorios estaban regidos por un oficial público, delegado o mandatario del rey, que no poseía el título de conde, pues, en tal caso, la circunscripción debía recibir el nombre de “condado”; este delegado, nombrado por el monarca, era llamado potestas ('potestad'), iudex ('juez'), imperante o iudex terrae y estaba encargado de velar por la protección y el mantenimiento de la paz pública, correspondiéndole así mismo la administración de justicia. El número de mandaciones en que se dividió el reino asturleonés fue grande y la extensión de su territorio desigual y variable, pues el rey fijaba y modificaba los límites según las circunstancias, necesidades de gobierno e intereses personales.

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