Nombre que recibían los niños que entraban desde corta edad a servir a la familia real, ya sea a la reina o a las infantas niñas. En el caso de los varones servían al infante heredero o a los demás hijos de los reyes. Tanto meninos como meninas solían pertenecer a la alta nobleza, siendo éste un paso más para ascender en el escalafón del poder: cuando en un futuro sus infantes pudiesen ser monarcas, ellos serían sus más fieles servidores. Un ejemplo de cómo estos servidores de la Casa Real solían llegar a ocupar altos cargos en las diferentes parcelas de la administración del Estado o del Ejército, lo tenemos por ejemplo en Menéndez de Avilés, que fue menino de la infanta Isabel Blanca y llegó a ser gobernador de los estados de Flandes y juez de grados en la c. de Sevilla. En 1623, reinando Felipe IV (1621-1665), se estaba construyendo el palacio del Buen Retiro, en el que habitaría el núcleo de la Corte. En este momento los servidores de la Casa Real eran 1.700...