(Madrid, 1745 – 1807). Actor. Especializado en papeles cómicos, trabajó en Madrid desde 1773. Obtuvo en su época un gran éxito popular que le valió la denominación por sus contemporáneos de El príncipe de los graciosos. Primera figura del madrileño Teatro de los Carños del Peral hasta su retiro en 1805, destacó en la interpretación de tonadillas, en las que frecuentemente hizo dúo con María Antonia Fernández La Caramba; cantó numerosas composiciones escritas expresamente para él por Esteve y Laserna. Por dictamen favorable de los comisarios regios (1788), que le calificaroncomoun “cómico de la mayor habilidad”, pasó a percibir un sueldo equiparado a los de primer galán, cosleando el Ayuntamiento de Madrid la diferencia existente con los honorarios...