Premio Ramón y Cajal

Historia

En su institución tuvo un papel fundamental el médico y humanista Pedro Laín Entralgo, quien el 22-X-1980 había publicado en El País un reivindicativo artículo con el título “Por un Premio Cajal”. El día 15-IX-1982 se reunió el jurado, presidido por Federico Mayor Zaragoza, que debía fallar su primera edición. Dicho jurado decidió conceder el galardón a Severo Ochoa y Xavier Zubiri conjuntamente, duplicó su cuantía —inicialmente de diez millones de pesetas— y, además, propuso al Ministerio la creación de otros dos premios que, junto al “Ramón y Cajal”, supusieran un estímulo y un reconocimiento en el ámbito de la investigación científica, técnica y humanística “bajo el universal nombre de otras dos preclaras personalidades de nuestra cultura: Ramón Menéndez Pidal y Leonardo Torres Quevedo”.

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