En la Corona de Aragón, oficial de la cancillería regia que se encargaba de la custodia de los sellos reales y del registro de los documentos. Pedro IV el Ceremonioso (1336–1387), en las Ordinacions decretadas en 1344 vinculó al protonotario al ámbito del canciller, situándolo, en concreto, tras el vicecanciller. En esa disposición se encomendaba al protonotario la responsabilidad de la corrección formal de todos los documentos que salían de la cancillería. Aunque a la cabeza de esta institución se encontraba el canciller y el vicecanciller, el protonotario (un cargo más técnico que político) era el auténtico gestor de la cancillería desde el punto de vista práctico. Era él quien ejercía la dirección de los oficiales que trabajaban en la cancillería, así como el responsable de la organización y encomienda de las labores. Estaba al cuidado de los trámites formales de cualquier documento, desde su sellado a la disponibilidad material y su registro, y actuaba por...