Con la desvinculación de Flandes de la Corona española por el Tratado de Utrech (1713), la llegada de tapices flamencos a España quedó interrumpida, motivo por el cual Felipe V (1700-1724, 1724-1746), aconsejado por su ministro Alberoni, pensó en la conveniencia de establecer en Madrid una fábrica que pudiera suministrar los tapices necesarios para el adorno de los reales sitios. Para su creación, se buscó en Flandes un maestro tapicero de reconocido prestigio que estuviera dispuesto a establecerse en España, siendo Jacobo Vandergoten quien, acompañado de su esposa e hijos y a pesar de las numerosas dificultades que tuvo para salir de Flandes, llegó a Madrid en 1720. La fábrica quedó establecida, a expensas de la Hacienda Pública, extramuros de la c., cerca de la Puerta de Santa Bárbara, de la que acabó tomando el nombre. En los primeros telares de bajo lizo (con la urdimbre tendida horizontalmente) se tejieron tapices basados en los pocos cartones que Jacobo...