IRPF El IRPF es un impuesto directo, de carácter personal y tipo impositivo variable, que recae sobre la renta del sujeto. El carácter personal deriva de su consideración de la situación particular de los contribuyentes en el proceso de determinación de su capacidad tributaria, característica que se plasma en una serie de conceptos básicos: progresividad, los tipos impositivos varían en función de las diferencias cuantitativas entre rentas; existe un mínimo exento de pago, la carga tributaria tiene un tratamiento cualitativo distinto según la procedencia de las rentas y hay diferencias en el gravamen, de acuerdo con la situación familiar del contribuyente. La Ley 35/2006 de 28 de noviembre es la última reforma del impuesto. Eleva el mínimo vital (personal y familiar), aumenta la deducción por rentas de trabajo, recorta las tarifas a cuatro tramos y reduce el tipo máximo al 43%. Entró en vigor en 2007 y se reflejará en la declaración de 2008. Otras normas reguladoras de este impuesto son la Ley 40/1998 de 9 de diciembre, modificada por la ley 46/2002 de 18 de diciembre de reforma parcial del IRPF y el Real Decreto 3/2004 de 5 de marzo por el que se aprobó el texto refundido de la Ley del Impuesto sobre las Rentas de las Personas Físicas. Los ingresos tributarios totales por IRPF ascendieron a 62.813 millones de euros en 2006, con un aumento del 14,8%, una décima por encima del ritmo de 2005. El sostenimiento de este fuerte crecimiento se fundamenta en un comportamiento muy dinámico de todas las rentas gravadas reforzado por la estabilidad normativa. Las Comunidades Autónomas recaudan el 33 por ciento de este impuesto.